Un grupo de jóvenes portaron y acompañaron a la
Cruz desde la plaza Mayor hasta el interior de la iglesia parroquial,
donde fue recibida con el himno de la JMJ. En un ambiente de oración
participamos de una celebración joven. En nuestro arciprestazgo vamos a
trabajar con los jóvenes desde la siguiente bienaventuranza,
"Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios".
Un
tiempo especial para que los jóvenes de nuestras comunidades se
acerquen a vivir el encuentro con el Señor y con otros jóvenes que
quieren vivir su Fe con alegría y compromiso.
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