AIN.- Entrevista de AIN con Oliver Maksan, colaborador de la fundación humanitaria católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada
en Oriente Próximo, sobre la actual situación en Irak. La conversación
tuvo lugar el sábado 28-6-2014 en Ankawa, cerca de Erbil.
¿Tiene esperanza de que Irak conserve su unidad como Estado?
Patriarca Louis Rafael I. Sako:
«No. Quizá continúe existiendo una unidad simbólica y el nombre de
Irak. Pero de facto habrá tres zonas independientes, con presupuestos
estatales y ejércitos propios».
¿Qué consecuencias tiene esta desintegración del Estado para los cristianos de Irak?
Patriarca Louis Rafael I. Sako: «Ese
es el quid de la cuestión. Sinceramente, los Obispos estamos ahora algo
desconcertados. Posiblemente, el futuro esté en el Kurdistán, donde
viven ya muchos cristianos. Pero también hay otros muchos que vivenen
Bagdad; y otros, en Basra, en el sur chiíta. Tenemos que esperar a ver
cómo se desarrolla la situación».
El viernes finalizóen Erbil el sínodo de la Iglesia caldea.
¿Han tomado medidas en relación con el éxodo de cristianos de regiones dominadas o amenazadas por ISIS?
Patriarca Louis Rafael I. Sako:
«Lo hemos tratado intensamente. Hemos creado una comisión de cinco
obispos de las regiones afectadas, que se ocupará de las primeras ayudas
a los refugiados. El cónsul estadounidense y el francés han estado aquí
para ayudarnos y desarrollar una visión. Pero la situación todavía es
insegura; con otros obispos, soy de la opinión de que empeorará aún más.
Actualmente hay tres fragmentos de Irak: uno sunita, uno kurdo y otro
chiíta. Los kurdos tienen ya autonomía; los chiítas, prácticamente
también. Ahora les seguirán los sunitas. Es decir, Irak se va a dividir.
Si es así, es mejor reunirse ahora y encontrar consenso, a fin de
evitar luchas y pérdidas humanas».
¿Es esta la hora más oscura de los cristianos iraquíes?
Patriarca Louis Rafael I. Sako: «Es
la hora más oscura para todos. No existe realmente una persecución de
los cristianos; han huido muchos más musulmanes de Mosul y alrededores.
Sin embargo, realmente nos preocupa mucho que va a aumentar el éxodo de
los cristianos de Irak. Cuando estuve recientemente en Turquía, llegaron
diez familias cristianas de Mosul. YAlkosh, una población completamente
cristiana no lejos de Mosul, la abandonaron en solo una semana veinte
familias. Esto es muy serio. Perdemos nuestras comunidades. Si termina
la vida cristiana en Irak, nuestra historia se interrumpirá. Nuestra
identidad está amenazada».
¿Deben dar los países occidentales visados a los cristianos iraquíes o no?
Patriarca Louis Rafael I. Sako:
«La tragedia es que las familias se separan. Muchos viven ya en
Occidente. Los hijos preguntan continuamente a sus padres por qué
permanecen allí y no les siguen. Esa tendencia no se puede parar; es
imposible».
¿No hay, por tanto, esperanza?
Patriarca Louis Rafael I. Sako:
«Quizá vuelvan los mayores, cuando se haya estabilizado la situación;
pero los jóvenes se quedarán en el extranjero. Dentro de diez años quizá
queden en Irak 50.000 cristianos. Antes de 2003 éramos unos 1,2
millones; en tan solo diez años, las cifras han descendido hasta entre
400.000 y 500.000 fieles. Ahora bien, no disponemos de cifras exactas».
¿Qué pueden hacer los cristianos en Occidente?
Patriarca Louis Rafael I. Sako: «Los
cristianos de Occidente son muy débiles. Allí hay buenos cristianos que
nos ayudan con su oración, y también materialmente. Pero su influencia
es muy pequeña. En general, Occidente no hace nada. Estamos muy
decepcionados, pues son meros espectadores; el fútbol les interesa más
que la situación aquí o en Siria. La política occidental solo sigue
intereses económicos. La comunidad internacional debería hacer presión
sobre los políticos iraquíes, para que encuentren una solución política y
formen un Gobierno de unidad nacional».
¿Qué puede hacer Ayuda a la Iglesia Necesitada por los cristianos de Irak?
Patriarca Louis Rafael I. Sako:
«Recen por nosotros. También en el futuro necesitaremos ayuda para
crear una infraestructura cristiana, cuando se haya estabilizado la
situación. Necesitaremos nuevas casas, y tendremos que reconstruir las
fábricas y la agricultura. Las poblaciones cristianas que hayan quedado
han de modernizarse. Para todo esto necesitamos ayuda del exterior».
Como persona neutral, ¿puede asumir un
papel mediador en la situación actual? Cuando era Arzobispo de Kirkuk,
una ciudad por la que peleaban árabes y kurdos, su casa estaba abierta a
todas las partes.
Patriarca Louis Rafael I. Sako:
«Lo seguí haciendo en Bagdad, pues allí se encuentran todos los
decisores importantes. Por ejemplo, visité al Presidente del Parlamento.
Pero ya se ha pasado el tiempo de esto. La división es mucho peor.
¿Cómo podría ir a Faluya, en la provincia sunita de Anbar? El problema
es que los sunitas no tienen ningún auténtico líder en Bagdad que pueda
hablar en su nombre».
¿Cree que la mayoría de los sunitas árabes apoya a ISIS?
Patriarca Louis Rafael I. Sako: «Sí,
claramente. No comparten necesariamente su ideología; pero apoyan el
objetivo político de cambiar el régimen y fundar su propio Estado. ISIS
quiere constituir un Estado islámico con fuentes de petróleo, para
islamizar el mundo».
¿Es esto también un peligro para Occidente?
Patriarca Louis Rafael I. Sako: «Pienso que es un peligro para todos».
Se oyen voces que reivindican una intervención de Estados Unidos para detener el avance de ISIS. ¿Qué piensa usted?
Patriarca Louis Rafael I. Sako:
«Yo no soy de esa opinión. Los norteamericanos estuvieron aquí y
cometieron muchos errores. La situación actual es culpa suya. ¿Por qué
sustituir un régimen por una situación peor? Esto es lo que sucedió
después de 2003. Los norteamericanos destituyeron a un dictador; pero
entonces, con Saddam Hussein, al menos teníamos seguridad y trabajo.
¿Qué tenemos ahora? Confusión, anarquía y caos. Lo mismo ha sucedido en
Libia y Siria. Si se quiere producir un cambio, hay que educar a las
personas en las escuelas, en los medios de comunicación y en las
mezquitas para la paz, la democracia y la construcción del propio país.
Aquí es imposible instalar una democracia siguiendo el modelo
occidental. Con el antiguo régimen, antes de 2003, no había problemas
confesionales; todos éramos iraquíes. Ahora hablamos de sunitas,
chiítas, cristianos, árabes y kurdos».
¿Pero no se debía eso a que Saddam mantenía unidos a los diferentes grupos con mano de hierro?
Patriarca Louis Rafael I. Sako:
«Quizá necesitemos en Próximo Oriente, en el contexto actual, un líder
fuerte, pero que al mismo tiempo sea justo y no se preocupe solo de su
familia y su tribu».
Este líder fuerte no
existe actualmente, ¿Ve sin embargo una posibilidad de detener la
disgregación de Irak y de encontrar una solución política?
Patriarca Louis Rafael I. Sako: «La posibilidad existirá si Occidente y nuestros vecinos como Irán, Turquía, Qatar y Arabia Saudí lo quieren».