Blog de Pastoral Juvenil de la Diócesis de Teruel y Albarracín, dedicado a dar a conocer todas nuestras actividades y a permitir a los jóvenes participar en este espacio como una forma de compartir nuestra inquietud por seguir a Cristo. Realizamos la mayoría de actividades en nuestra delegación (C/ Yague de Salas nº18 1ºC)

jueves, 27 de marzo de 2014

El cura de Borja era inocente de todas las acusaciones falsas contra él

 El cura de Borja (Zaragoza), Florencio Garcés, lleva meses separado cautelarmente de su parroquia y llegó a estar diez días en prisión por orden judicial a raíz de una denuncia por supuestos abusos sexuales que, al final, ha sido retirada por quien la presentó, Santiago Carbonell. Éste fue acusado por el párroco de haberle estafado y, cuando fue requerido por la Guardia Civil, Carbonell atacó culpando al párroco de unos supuestos abusos sexuales que han acabado esfumándose.

(Efe) Al final, la causa abierta contra el sacerdote ha acabado desmontada. Ni hay denuncia de abusos sexuales ni la hay tampoco de la supuesta apropiación indebida de 185.000 euros de la parroquia, porque la diócesis de Tarazona -que es la que debería actuar judicialmente si se considera perjudicada- dejó claro hace meses que no iba a emprender acciones legales contra este párroco, de avanzada edad, que tras ser acusado fue arropado por los vecinos de la localidad y que contó igualmente con el apoyo del Obispado.
De todo este caso, los que sí quedan como imputados son los miembros de un clan familiar que estaba en el centro del relato que desencadenó la detención del párroco. Él queda libre y, en realidad, acaba apareciendo como víctima de los miembros del clan familiar llamado «Zapato veloz», que están acusados de los delitos de extorsión, blanqueo de capitales y pertenencia a banda criminal.

Acusado de cinco delitos

Florencio Garcés, que ha sido párroco de Borja durante cuarenta años, llegó a ser acusado por la Guardia Civil de hasta cinco delitos de grueso calibre (abusos sexuales continuados, apropiación indebida, coacciones, blanqueo de capitales y simulación de delitos), y fue considerado inicialmente por el juzgado como un presunto delincuente con riesgo de fuga.
(vía:http://www.infocatolica.com)

Os adjuntamos la reflexión acerca de este artículo de un jóven
Tras leer esta noticia, un grán cabreo se apoderó de mi y me he querido desahogar contadoos mi experiencia acerca de esta noticia, aqui, en el blog, donde al menos alguien lo leerá. Esta noticia, como noticia es anecdótica, lo importante es el fondo.

Cada cierto tiempo surge una noticia de este tipo, un cura que ha hecho noseque, un obispo que dice nosecuantas... Hasta ahi, todo normal. Luego, muchas veces, resulta que ese cura no habia echo ese noseque y ese obispo habia dicho eso, pero no para que se interpretara literalmente. Todo normal. El problema es el papel que juegan los medios de comunicación.
Creo que los medios de comunicación con uno de los peores males que tenemos en la sociedad. Dice la biblia que "LA VERDAD OS HARÁ LIBRES" (Jn 8, 32) y los medios de comunicación no nos cuentan la verdad, por tanto, nos restan libertad.

La noticia del cura de Borja, estuvo en todos los titulares de medios el día que se descubrió (como es lógico). Pero... ¿Y ahora?, ¿Que medios han mostrado que era inocente? Perdonad si vosotros lo habeis visto pero soy bastante fiel a ver los telediarios y creo que ningún medio ha reflejado esto, ni siquiera en las secciones con menos importancia. 
Eso ya es una manipulación, y está mal, pero lo peor es que se obcecan constantemene en que la manipulación valla en contra de la Iglesia, porque gusta, porque da audiencia, por el rencor de lo que se hizo en el pasado, porque la Iglesia no tiene poder, como lo tienen los gobiernos y las multinacionales... 

Nosotros no tenemos el poder de expandir las noticias como un medio, nosotros podemos llegar a 20 personas como mucho, los medios, a millones. Es una lucha injusta.

Lo peor, es que mientras la iglesia poco a poco es desprestigiada inmerecidamente, los fieles tienen que aguantar de todo. Yo, personalmente he vivido en primera persona la burla hacia ese hombre de un profesor, lo que arrastró a media clase a reirse y criticarlo (al cura). Yo tuve que aguantar. ¿Y ahora que? Lo de menos es lo que tuviera que aguantar. Ese profesor y esos alumnos se quedaron con esa imagen de un cura y ahora que los medios no muestran que era mentira... ¿Le planto cara en clase a alguien que me tiene que poner unas calificaciones al final del curso y que seguramente no me crea? ¿Se lo cuento a mis compañeros, que ya bastante raro me creen por ir a misa los domingos?

La imagen de la iglesia ya ha sido un poquito más deteriorada con esta mentira del cura de Borja. Menos mal que "Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan, y digan todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de mí. Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros".


Desde el blog os animamos a que nos hagais llegar reflexiones como la de este jóven de la dioscesis para compartirlas con todos.

1 comentario:

  1. ¡Qué gran reflexión! Estoy completamente contigo, una gran verdad. Es evidente que creer en Dios y pertenecer a la Iglesia no está de moda y, como tal, se nos quiere borrar. A diario yo me pregunto el porqué de esta actitud que la sociedad tiene hacia nosotros, ¿Acaso los valores de nuestra religión son negativos?

    Otra costumbre, síntoma de enfermedad social, que también se ha hecho muy usual es la de "generalizar", es decir, la de juzgar o acusar a un gran grupo de personas por la actuación de unas pocas. Ésta es, a su vez, una de las causas (o medios) por las que continuamente se nos intenta descalificar.

    Y.. ¿Cómo debemos reaccionar nosotros como cristianos? Pues eso, como cristianos, con todos nuestros valores y principios. El hecho de que nos mantengamos firmes y desde el respeto frente a las críticas es un manera de dar testimonio. Y sé, desde mis propias experiencias, que ésto que propongo no es nada fácil.

    El otro día parándome a pensar me dije: ¿Y si nuestra actitud, a veces, de no dejarnos ver como cristianos es una de las causas de que se nos vea como "bichos raros"? Y sí, yo creo que esto es así, me explico: la gente tiende a calificar como "raros" todo aquello que no está de moda, a determinados grupos que son minoritarios o, que sean muchos, pero no se dejen ver. Ahí está la cuestión. Es más que evidente que a la Iglesia pertenecen multitud de cristianos, y se puede comprobar en todas las ocasiones o eventos en los que nos reunimos. Un claro ejemplo son las Jornadas Mundiales de la Juventud, en las que millones y millones de jóvenes cristianos acuden a reunirse juntos. En acontecimientos como éste se respira una gran alegría, bondad, armonía... se respiran los auténticos valores de la Iglesia; pero, termina la JMJ y ¡ta-chan! nos sumergimos de nuevo en la rutina y nos hacemos "invisibles".

    ¿Porqué no nos sacamos ese colgante con la cruz que llevamos al cuello por fuera de la camiseta y nos hacemos notar un poquito más? ¿No creéis que muchas veces no mostramos a los demás que somos cristianos y la alegría que conlleva? Mostremos a los demás que no somos pocos, que no tenemos complejos, que creemos en algo firme, que no somos "bichos raros" y que, pese todo, no nos echamos atrás.

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